Un trasplante de renal
o de riñón es un procedimiento
quirúrgico que consiste en colocar un riñón sano de un donante vivo o
muerto en una persona cuyos riñones ya no se encuentran funcionando
correctamente.
Los riñones son dos órganos con forma de frijol que se
encuentran a cada lado de la columna vertebral, justo debajo de la caja
torácica. Cada riñón tiene aproximadamente el tamaño de un puño. Su función
principal consiste en filtrar y eliminar el exceso de desechos, minerales y
líquido de la sangre mediante la producción de orina.
Cuando los riñones pierden esta capacidad de filtrado, se
almacenan niveles dañinos de líquido y desechos en el cuerpo, y esto puede
elevar tu presión arterial y producir insuficiencia renal (enfermedad renal
terminal, también denominada nefropatía en etapa terminal). La enfermedad renal
terminal se produce cuando los riñones han perdido aproximadamente el 90 % de
su capacidad para funcionar normalmente.
Algunas de las causas para necesitar un trasplante renal son:
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Diabetes
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Presión arterial alta crónica no controlada
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Glomerulonefritis crónica: inflamación y posterior
formación de cicatrices en los pequeños filtros que se encuentran dentro de los
riñones (glomérulos)
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Enfermedad renal poliquística
Las personas con enfermedad renal terminal deben eliminar los
desechos del torrente sanguíneo a través de una máquina (diálisis) o un
trasplante de riñón para mantenerse con vida.